Aprender o acostumbrarse
Por: Eric Duport Jaramillo
A fuerza de repetir y repetir aprendemos, pero también nos acostumbramos. Esa parece ser la moraleja que nos deja el acto, repudiable por demás, de la patada a la lechuza en el partido de Barranquilla.
¿Tenía que pasar algo así para que la sociedad reaccionará contra la violencia? Parece que la cantidad de seres humanos que mueren en el país, de tanto repetir y repetir las historias, nos las aprendimos y nos acostumbramos.
La violencia en los colegios la tomaron de noticia de primera durante varios días, la aprendimos y también como que nos acostumbramos y cada vez que nos acostumbramos entramos en un estadio que se nos vuelve normal.
Nos sucedió en la época de los carteles, de los paras y de la guerrilla y nos acostumbramos.
Para no ir muy lejos el despliegue de helicópteros, de misiones humanitarias y de agarrones entre Piedad Córdoba y el Gobierno ya ni siquiera calificaron como noticia de abrir en la última liberación.
Parece que los “show” los aprendimos y nos acostumbramos y así muchos de esos sucesos ya no parecen noticia sino costumbre, ¿no deberíamos reaccionar?
Creo que a veces el exceso de protagonismo que le dan a los hechos o a las personas, más con el afán mercantilista del raiting, antes que servir de aviso a la comunidad, nos han anestesiado hasta el punto de ver como costumbre actos que rayan con la locura.
El acto de violencia del domingo merece un ejemplar castigo, pero ¿qué castigo puede ser ejemplar cuando en las calles hay todo tipo de delincuentes que se pasean debiendo hasta vidas humanas?
Denunciar es obligación pero convertir en show los malos actos también hastía, anestesia y porqué no, nos vuelve tolerantes.
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Fecha: 02 de Marzo de 2011 |