Por: Mauricio Vega Lemus

@MauricioVegaL

Publicado en el periódico El Diario-La Tarde el lunes 1 de agosto

Los nacidos en tierra cafetera sabemos que uno de los placeres que nos ha marcado la vida es el olor de un buen café y la sensación que nos genera. La energía que nos da.   

Somos afortunados por conocer de cerca los cafetales y más aún, a hombres y mujeres responsables de mantener nuestro principal sector económico. Hoy en esta tierra cafetera tenemos un reto: aprender a consumir un café de alta calidad y transmitir ese conocimiento.  

De acuerdo con cifras entregadas por el Comité Departamental de Cafeteros, en Risaralda hoy contamos con alrededor de 4.500 hectáreas dedicadas a cafés especiales, cultivos que están en manos de cerca de 3.400 cafeteros. Terreno y manos que tienen que crecer para ofrecer una de esas experiencias memorables que promete en Paisaje Cultural Cafetero.  

Risaralda cuenta con 18 asociaciones de cafés especiales que estan trabajando en mejorar las finanzas locales porque con el plus que ofrecen en el mercado, estan marcando la diferencia y ayudando a mejorar las condiciones de vida de las familias cafeteras. Con la ?Estrategia Interinstitucional de Promoción al Consumo de Café de Alta Calidad?, en cabeza del Sena, el Comité de Cafeteros y la Cámara de Comercio de Pereira, con el apoyo de la Gobernación de Risaralda, serán mas los que ofrezcan café de alta calidad, porque en hoteles, restaurantes y cafeterías, esa será la premisa.  

Nada nos ganamos si el turista que llegue a Risaralda no se lleva de su paso por esta zona, la experiencia de haberse tomado uno de los mejores cafés de su vida. Nosotros tenemos la responsabilidad de ofrecerle ese café memorable; esa sensación poderosa que emana de una tasa de alta calidad. Tenemos que prepararnos para saber consumir un café especial y poder ofrecerlo.  

Nos pusimos de acuerdo entre instituciones, para aplicar las mejores estrategias y desarrollar el turismo en Risaralda. Estamos dando un paso mas en ese compromiso para que entre todos, construyamos las experiencias memorables que nos están exigiendo nuestros visitantes. No podemos desfallecer en este empeño de ser cada vez mejores, más eficientes.  

Estamos apuntando a subir la participación del turismo en nuestro PIB y la meta inmediata es que el que llegue a Risaralda, se tome el mejor café del mundo.