Por: Eric Duport Jaramillo
Para nadie es un secreto que Pereira se ha venido consolidando a nivel regional
y nacional, como un centro comercial de cielos abiertos. En reciente informe de
un diario económico nacional, se muestra cómo Pereira es la ciudad del país con
el mayor número de metros cuadrados dedicados a centros comerciales y grandes
superficies, por número de habitantes.
La apertura hoy del centro comercial más importante de Dosquebradas es una
noticia muy importante para el municipio industrial de Risaralda, que ha visto
en el comercio y en su transformación física, un importante medio para repartir
la torta sectorial que estuvo por muchos años ligados a la industria y más
recientemente a la logística.
Lo cierto es que nuestro departamento cuenta con una oferta de comercio,
productos y servicios que pocas ciudades del mismo tamaño o incluso algunas más
grandes tienen. Todo esto, al servicio de los habitantes de toda una región
compuesta por varios departamentos y de los visitantes que llegan en épocas
especiales.
Sin embargo, tanta abundancia puede ser buena para el consumidor, pero se la
pone más dura cada vez al comerciante. El comercio tradicional de Pereira hoy
en día tiene el gran reto de sacar sus más importantes armas para combatir
frente a las grandes marcas que llegan y llegan buscando un mercado que en
realidad es amplio pero que carece de un poder adquisitivo que tenga la
capacidad de comprarles a todos.
Tal como lo mencioné la semana pasada en el acto de reconocimiento que la
Cámara de Comercio de Pereira le rindió a Comercializadora Santander y a don
Alfonso Gómez; la tradición del ejercicio del comercio contó con la sabiduría y
la voluntad de la familia para mantener un negocio en pie, a pesar de las
amenazas internas y externas. Sus hijos, con el orgullo y la voluntad de
continuar un legado familiar, le imprimieron estilo propio, nuevas ideas y
sangre joven para entender los restos del mercado, contando siempre con la guía
del fundador, su señor padre.
A una tienda cualquiera, le incluyeron capacidad gerencial, desarrollaron una
marca propia que hoy en día se distribuye en todo el país, y montaron un
sistema inteligente de relacionamiento con los clientes que les permite
entender las necesidades del mercado y las preferencias de los consumidores.
No todos los comerciantes tradicionales tienen la suerte de tener una familia
motivada con continuar con el negocio, sin embargo, nuestras universidades
están formando miles de profesionales que esperan por una oportunidad de poner
en práctica nuevos conocimientos y técnicas interesantes para transformar los
negocios. No pensemos que estos profesionales están solamente preparados para
entrar a hacer parte de empresas de servicios o a la industria, muchos de ellos
llevan la vena comercial de los pereiranos, y podrán tener la solución para
estimular el desarrollo de nuevos negocios.
Igualmente los gremios como Fenalco y la Cámara de Comercio de Pereira, podemos
ofrecer un sinnúmero de herramientas para convertir a nuestro comercio
tradicional, en un jugador fuerte en este competido entorno local, nacional e
internacional.