Por Eric Duport Jaramillo
 

En el sentir de los pereiranos y con justicia me atrevo a decirlo, el aeropuerto Internacional Matecaña ha tenido un par de dolientes que siempre han recogido el sentimiento de los hijos de esta tierra, pero más que con el corazón, con la razón han defendido la viabilidad de proyectar el desarrollo del Matecaña en su ubicación actual; se trata del Comité Intergremial de Risaralda y la Asociación de Ingenieros de Risaralda.
 

Quiero comenzar por ahí, puesto que en mala hora se ha armado un tibio debate frente al futuro del aeropuerto basado en argumentaciones simples sin querer escuchar el problema de fondo que atañe su desarrollo.
 

El Alcalde de la ciudad ha presentado al Honorable Concejo un proyecto de acuerdo en el cual se autoriza a la administración del aeropuerto la cesión de una parte de las rentas futuras que genere la operación del lado aire del Matecaña y el 100% de las rentas de la parte inmobiliaria de una nueva construcción. Esto a simple vista huele a concesión, pero antes que eso, es la puerta abierta para el futuro del aeródromo sea más claro en los próximos meses. Aclaro que no se está entregando la operación, ni la propiedad del aeropuerto porque ya he oído a varios decir esa mentirita.
 

En efecto, la discusión de dejar esta puerta abierta garantiza que por lo menos, las obras del lado aire, que es lo que más nos interesa tengan una solución inmediata, puesto que en abril del 2013, si no se han realizado dichas obras, el aeropuerto perderá la categoría que hoy tiene y veremos cómo dejamos de ser internacional.
 

El próximo alcalde, por ejecutivo que sea, no alcanzará a llevar este tema nuevamente al Concejo para buscar la alternativa que hoy se propone y allí se verán los responsables de la pérdida de categoría del aeropuerto.
 

Tanto el concejo de la ciudad, como la sociedad civil y los gremios tenemos la capacidad de ser vigilantes de las decisiones que se tomen una vez se apruebe este acuerdo, pero de no lograrse, será bueno que alguien le explique a la ciudad cual será la alternativa para no perder la categoría de internacional y que puedan aterrizar los aviones que hoy llegan al Matecaña.
 

Le pedimos a los concejales que escuchen al Comité Intergremial que con juicio ha acompañado todo este tema, no los últimos días, sino los últimos años en los cuales se ha convertido en verdadero garante del futuro del aeropuerto.
 

Bien lo dijo Fernando Agudelo en su columna, “ni Juan Manuel se lo va a llevar para ningún lado y se ha comprometido con el desarrollo del plan maestro, ni Enrique Vasquez tiene en su propuesta la concesión como única alternativa”. Tienen ambos el firme compromiso con la ciudad de desarrollar el Matecaña. Es más, este tema al ser tan sensible para la ciudad deberá contar con el apoyo y concertación con todos los actores de Pereira.
 

Sin embargo, el proyecto de acuerdo lo que permite es que si uno de ellos llega a la alcaldía, tendrá una herramienta valiosísima para tomar decisiones rápidas para no lamentarnos en un año y medio que nos queda para hacer algo.
 

Nota: Es una lástima que hoy en día no haya en quien confiar. Si es público es malo y si es privado y concesionado pues también. Ni lo uno ni lo otro. Demostremos que a pesar de los errores del pasado, esta ciudad es capaz de tomar decisiones acertadas frente a los temas más importantes de nuestro desarrollo.