Por: Mauricio Vega Lemus  

“A los pereiranos nada nos queda grande”. Esta frase de Doña Inés González, destacada matrona que recordaremos siempre y que ayudó con pica y pala en algunos de los convites que dieron vida a nuestros símbolos de ciudad, está mas vigente que nunca, cuando estamos de celebración porque ese civismo, ese compromiso de ayuda pensando en el desarrollo regional, trascendió todas las fronteras y ha sido reconocido por las cámaras de comercio a nivel mundial. 

Esto ocurrió durante la décima versión de la Competencia Mundial de Cámaras de Comercio (World Chambers Competition) que acaba de tener lugar en Sidney, Australia. Escenario en el que se destacaron las mejores iniciativas para la generación de desarrollo en el mundo y en el que por primera vez Colombia logra un primer lugar, gracias a la representación que llevó la Cámara de Comercio de Pereira con el programa “El primer ladrillo”, escogida como el mejor proyecto no convencional de una Cámara de comercio en todo el mundo. 

Todo gracias a la innovación y el haber logrado la vinculación de la ciudadanía en general alrededor de un proyecto que sería el motor para la dinamización de la economía con énfasis en el turismo corporativo, como el Centro de Convenciones de Pereira y Risaralda Expofuturo. 

Tuve el orgullo de escuchar las reacciones de quienes asistieron a este encuentro internacional y escucharon de primera mano el alcance e impacto de “El primer ladrillo”. La ovación al término de la exposición en la que se defendió la iniciativa, que había sido finalista al lado de campañas de Brasil, Ecuador, Estados Unidos y Dubai, fue estremecedora y las inquietudes de los asistentes por conocer detalles y saber cómo poder replicar la estrategia, fueron numerosas. 

Esta fue la mejor oportunidad para lograr difundir que una iniciativa de ciudad, en la que el interés general por lograr construir un centro de convenciones como estrategia para movilizar la economía regional, con resultados extraordinarios ya demostrables, se puede hacer realidad solo si existen condiciones como las que mostramos en Pereira: compromiso con el desarrollo, trabajo desinteresado, respeto por las diferencias, responsabilidad social y el ánimo incansable de dejar huella a través de acciones y obras que se convierten en nuestro patrimonio. 

Oportunidades que son aprovechadas sin importar la edad, porque desde los niños hasta abuelos y bisabuelos pusieron su grano de arena en el que se convirtió en el nuevo símbolo del civismo pereirano. 

Estamos orgullosos de haber representado a Colombia en este escenario mundial. De haber logrado que Colombia se destaque ante el mundo por acciones para la construcción social. De ayudar a revivir lo que más nos destaca: nuestro civismo. 

Este logro trae consigo un reconocimiento monetario: 3000 euros. La Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Pereira decidió que la totalidad del premio alcanzado será donado a la Liga contra el Cáncer seccional Risaralda, para que lo destine al proyecto de construcción del Centro de Radioterapia para el Eje Cafetero, el que se constituirá en el “Segundo Ladrillo” de nuestro renovado civismo.