Se viene un año electoral, donde será muy difícil distinguir entre promesas y proyectos que están ya en marcha, contemplados en el Plan de Desarrollo. Un año donde será muy difícil distinguir si las motivaciones que mueven a las personas vienen del ego y la ambición o del altruismo y el deseo de servir. Un año donde los discursos inundarán plazas y movilizarán masas, pero donde entre tanta charla terminará seguramente en deuda la gestión.

Se preguntaba Orlando Parra hace unos días en este mismo periódico "¿Nuevo 'frente nacional' por Pereira?" La respuesta siempre será sí. El color de una camiseta, de una corbata o del alma no debe nunca sesgar o cegar a quienes tienen el poder de ejecutar aquellas obras que se han identificado como necesarias para la ciudad. Mucho menos para satisfacer a unos pocos sectores caprichosos o que simplemente desean dar una opción "distinta" o "nueva", por darla, sin fundamentos reales.

El enfoque está dado. Hay temas trascendentales en la agenda para lograr el incremento de la competitividad de Pereira y Risaralda. Generación de empleo (a través del turismo, por ejemplo), espacio público, movilidad, salud e infraestructura son nuestros pilares hoy, y se deben mantener hasta que las soluciones a las problemáticas de cada uno se hagan efectivas.

Para lograrlo tenemos un recurso probado: la unión. Funcionó antaño con los ciudadanos trabajando en pro del desarrollo de nuestra ciudad mediante fervientes muestras de civismo. Funciona ahora con iniciativas como El Primer Ladrillo para el Centro de Convenciones, o con el sector público y privado aliados convenciendo al Gobierno Nacional para invertirle al Aeropuerto Matecaña. Y seguirá funcionando, porque la unión muestra enfoque, muestra seguridad, muestra seriedad y genera, por ende, confianza.

Esa confianza es la que debemos seguir sintiendo y proyectando. Desde el sector privado siempre estaremos prestos y listos a apoyar e impulsar las soluciones que se planteen a estos temas, soluciones que seguirán generando prosperidad en la región. Desde el mismo sector privado continuaremos ese seguimiento cercano a cada uno de estos temas para garantizar su ejecución.

Por otro lado, el sector público y los candidatos de los diferentes partidos deberán ahora comprometerse firmemente con la continuidad de las grandes obras y proyectos de la región, en la solución de las problemáticas trascendentales para la ciudad, porque será el foco en estas cuestiones las que en realidad terminarán generando el desarrollo social que todos queremos.

Es ese foco el que nos mantendrá unidos. Es ese foco el que permite que el Gobierno Nacional y los empresarios le inviertan a la región.