Por Eric Duport Jaramillo

Ayer hace 518 años Colón descubrió el continente americano, un hito histórico que cambió la visión del mundo.  Ayer 518 años después del descubrimiento los chilenos empezaron a rescatar del centro de la tierra a más de 33 compatriotas.

Traigo estos dos logros simplemente porque se registraron en la misma fecha y porque sin duda representaron una oportunidad que debió ser asumida con absoluta decisión para lograr un objetivo.

Hace 518 años, con los máximos conocimientos sobre astronomía de entonces y las naves a vela más rápidas para la época un aventurero genovés le trazó al viejo continente la nueva ruta a las indias.

Entretanto, los chilenos hoy con la máxima tecnología y conocimientos están recorriendo ya la ruta para sacar de las entrañas de la tierra a esos obreros atrapados a cientos de metros, en una mina de cobre, como recreando la única visión de Julio Verne que aún no se ha cumplido: llegar al centro de la tierra.

Esos son dos hechos que sucedieron tienen en común el poder de la decisión y del liderazgo de alguien que creyó que era posible alcanzar las metas.

Seguramente lograr convencer a quienes en últimas debían dar el aval, para iniciar las dos difíciles aventuras, no fue una tarea sencilla, como tampoco lo fue la travesía de hoy ni la de hace 518 años, que son un hito en la historia de la humanidad.

Pero más allá del logro, del hito, de la felicidad que representó, de los aprendizajes que se alcanzaron, estos dos hechos nos demuestran que cuando hay voluntad es posible alcanzar las metas por absurdas que parezcan.

¿A qué le quisiéramos apostar desde Pereira y Risaralda para convertirnos en un verdadero hito?, las oportunidades existen y salen casi siempre de un problema.  No tenemos suficientes problemas para que empecemos a actuar y a cambiar la historia? Es hora de tomar la decisión, no necesariamente porque sea 12 de octubre.