Por:  Eric Duport Jaramillo

 En los últimos días la ciudad ha tenido la oportunidad de ser anfitriona de varios eventos con personas vulnerables.

Se realizó el I Congreso Iberoamericano de Discapacidad Cognitiva Fides- Ludes, un evento que demostró el compromiso que tienen las personas encargadas de este tema para mejorar más los procesos formativos con la población especial.

Estuvieron los representantes de Fides mostrando esas capacidades y posibilidades que tienen los niños especiales que nos hacen volver a pensar en todas las oportunidades y potencialidades que tenemos los seres humanos.

El fin de semana anterior se realizó la Media Maratón del Eje Cafetero, donde nuevamente los atletas discapacitados mostraron su valor en la modalidad de  handcycling e hicieron una gran demostración de pundonor y ejemplo de superación al recorrer por las calles de nuestra ciudad varios kilómetros no sólo con el fin de llegar primero, sino de demostrarse y demostrarnos que tienen las mismas posibilidades que quienes no tenemos limitaciones.

Previo a la concurrida y exitosa carrera el domingo, tuvimos el conversatorio del deporte, el jueves en la noche, en donde contamos con la compañía de Juan Pablo Salazar, un deportista paralímpico que nos dejó serios cuestionamientos.

Este hombre quien luego de sufrir una accidente que lo redujo a una silla de ruedas puso sobre la mesa un tema que deberíamos todos tener en cuenta, pues llamaba la atención Juan pablo sobre lo excluyentes que somos los “capacitados” a la hora de tomar decisiones.

Intenté ponerme en sus zapatos y pensar desde su condición y le asiste razón al decir que quienes tenemos todas las facultades dejamos por fuera a esos otros seres humanos completamente iguales a nosotros.

Basta verlos frente a una escalera o simplemente un andén.  Por ello mi reflexión va a que estas personas también deberían tener las mismas posibilidades de movilidad, recreación, acceso y sobre todo laborales.

Hasta dónde verdaderamente estamos pensando en ellos?  Creo que tenemos que trascender de los eventos especiales para los discapacitados a su inserción en una sociedad donde puedan hacer lo mismo que una persona sin limitaciones.