Una de las conclusiones de este espacio de conocimiento y debate fue la relacionada con el empoderamiento de los ciudadanos frente a la defensa de sus espacios, como los peatones, los ciclistas o mucho más allá, como los gestores culturales y los grupos ciudadanos que se están conformando con el propósito de romper paradigmas y llevar a nuevas formas de ciudadanía activa. 

Hoy esa participación es más activa porque los mismos ciudadanos se han convertido en generadores de información y las nuevas tecnologías permiten que esta no tenga límites en su alcance global. Hoy la discusión se centra no solo en la producción activa de información sino en la debida utilización de la misma, buscando el bienestar general, aspecto en el que ya no solo el sector público se concentra, sino el sector privado y la academia, que ahora también están enfocando esta triada en buscar soluciones a las necesidades de la comunidad.   Los expertos en la generación de programas innovadores para el desarrollo de las ciudades coinciden en que los nuevos modelos se fundamentan en el liderazgo compartido, la gestión estratégica y la corresponsabilidad ciudadana.   

Lo hemos indicado con anterioridad: los ciudadanos informados son los que pueden exigir y motivar respuestas de las autoridades. Es ahí en donde la corresponsabilidad ciudadana juega un papel preponderante en el cambio de cultura, que en Pereira estamos viviendo gracias a jóvenes que con pequeñas acciones cotidianas están llamando la atención y propiciando un sentimiento de pertenencia mayor. Tener información y usar esa información permite el autorreconocimiento.

Una premisa que no solo los ciudadanos están reconociendo, sino que quienes toman las decisiones también están teniendo en cuenta. En Pereira, el esfuerzo a través del programa Pereira Cómo Vamos, al acceder a información sobre nuestra realidad y entregarla de manera que pueda ser usada por las empresas, las autoridades gubernamentales y la comunidad en general, se convierte en el primer paso para avanzar pero falta más participación, falta más apropiación para lograr acciones contundentes que nos lleven a mejorar nuestras condiciones de vida.