Por MAURICIO VEGA LEMUS

@MauricioVegaL

Uno de los temas que preocupan a toda la ciudadanía y que permanentemente está en los titulares de los periódicos es de la movilidad vial.

En repetidas ocasiones hemos cuestionado a las autoridades por no ser severas con quienes violan las normas de tránsito y hacia ellos van todas las críticas como si fueran los únicos culpables.

Y si bien les cabe una gran responsabilidad en el manejo de este tema no menos cierto es que a cada uno de nosotros, como ciudadanos y usuarios de las vías mucho tenemos que ver en el buen flujo vehicular de la ciudad.

En cada señal de tránsito no puede haber un agente, allí debe haber es sentido común, respeto y cultura de parte de los conductores, pues nos hacemos los de la vista gorda, hacemos caso omiso de las señales y más bien nos cercioramos de que allí no haya un agente de tránsito para cometer la infracción.

Parar a dejar o recoger pasajeros en la avenida 30 de Agosto, es una práctica recurrente de los conductores de transporte público y de transporte privado, pero también le cabe la culpa a los usuarios que a sabiendas del error no usamos la inteligencia vial para ubicarnos en lugares donde sea posible el abordaje del vehículo.

En las ciudades competitivas abordar los buses o los taxis se hace en zonas especiales pero aquí quisiéramos que el vehículo llegara hasta el lado del escritorio o hasta el atrio de la iglesia.

La verdad a mí como ciudadano me da la impresión que no es que seamos incultos sino perezosos, pues no se compadece que existan, por citar solo un ejemplo, puentes peatonales y la gente siga pasando debajo de ellos.

El tema de movilidad también es responsabilidad de nosotros los conductores y los peatones y ahora que se le está metiendo la mano a la malla vial y se van a cerrar vías tenemos que ayudar para que todos podamos transitar con la menor cantidad de obstáculos.

Autoridad y cultura ciudadana es una buena fórmula para paliar las dificultades viales de nuestra ciudad, así funcionan mucho más fácil las cosas en una ciudad como la nuestra.