Por Eric Duport Jaramillo

Hace exactamente una semana la Cámara de Comercio de Pereira hizo un homenaje a tres grandes hombres de la ciudad, que no sólo lo merecen por sus ejecutorias y actividades sino, porque a la hora de tomar alguna decisión, emprender algún proyecto, deberíamos tenerlos como referentes, casi como un libro abierto de consulta.

Confluye en ellos tres un amor infinito por la ciudad, un espíritu de lucha y en pro del desarrollo que mal haríamos si lo dejáramos pasar a la historia.

En estos seis años al frente de la Cámara he encontrado en Elkin Drews y en Fernando Agudelo a dos hombres que aún en estos años en los que podían estar disfrutando de un merecido retiro, se niegan a dejar sola la ciudad, omiten la comodidad del sillón de su casa y le dedican largas horas de trabajo a las causas de ciudad.

Allí tenemos dos baluartes de, tal vez, la primera generación después de la gesta cívica, a la que ellos asistieron. En ellos está ese conocimiento que les transmitieron sus padres y abuelos y que es necesario empezar a ayudar a replicar para bien del futuro de la ciudad y de nuestros descendientes.

A ellos ya la historia les ha concedido un lugar para exaltar sus ejecutorias pero es ese legado cívico el que deberíamos todos ayudar a mantener vivo y no dejarlo en los anaqueles.

Y no puedo dejar de lado a Don Alfonso Gómez, un hombre que hizo del comercio una forma de vida y con su decisión y coraje, siempre mirando donde alcanzar una nueva meta, construyó una admirable empresa en los albores del auge comercial de Pereira.

Don Alfonso además de haber creado esa gran empresa, la Comercializadora Santander, no sólo le ha entregado a la ciudad y a más de 170 familias una manera de salir adelante, sino que legó en sus hijos ese conocimiento empírico que lo hizo exitoso.

Hoy sus hijos, herederos de esas buenas prácticas comerciales, adaptadas al comercio global le siguen dando posibilidades laborales a su familia y a cientos de pereiranos.

Hay allí, en estos tres personajes una mina de conocimiento, unos pensamientos llenos de buenas posibilidades para Pereira, pero sobre todo un legado de civismo, trabajo y lucha que deberá ser un ejemplo a seguir.

A ellos tres y a sus familias nuestro mayor reconocimiento.