Por: Eric Duport Jaramillo

Hace un poco menos de un mes culminó el mundial Sub 20 y a la hora de los balances siempre habrá quienes encuentren muchas cosas para criticar, pero por encima de esas posiciones creo que los resultados son más que satisfactorios.

Entiendo bien a quienes no se les llenaron las expectativas generadas con el evento especialmente en materia de turismo donde se pensó que tendríamos una gran afluencia de visitantes extranjeros.

Pero lo que no podemos desconocer es que con lo poco de experiencia, pero mucho de entusiasmo, logramos hacer una pasantía que todavía pocas ciudades y países del mundo han logrado realizar.

Y es que esa apuesta de país, pero también de ciudad, nos generó no sólo el reconocimiento de los organizadores como los anfitriones del mejor mundial hasta ahora realizado, sino que nos permitió darle una vitrina de altas calidades a nuestra ciudad.

Además de mostrarnos en esa vitrina mundial, pudimos aprender y descubrir las capacidades logísticas que existen en la ciudad, el compromiso de sus gentes y un comportamiento ejemplar de los ciudadanos.

En materia comercial pudimos darnos cuenta también que tenemos unos centros comerciales de talla internacional y una ciudad que se adapta con facilidad para el desarrollo de grandes eventos como el llevado a cabo en nuestra querida Pereira.

Hay que reconocer la labor de quienes le dieron impulso a este evento, desde el ex vicepresidente Santos, quien peleó la sede, hasta el Alcalde Israel Londoño y John Jairo Velásquez que en el ámbito local se embarcaron en una obra que hoy hay que reconocerles y agradecerles porque no sólo posicionó a la ciudad sino porque quedó para el disfrute de sus ciudadanos.

Quien imaginó, que el Hernán Ramírez Villegas de más casi 40 años de uso fuera a convertirse en la monumental obra que le dio reconocimiento a nuestra capital y donde se escenificaron tal vez dos de los mejores partidos del campeonato.

Fue un momento, grande e importante para la ciudad, que debemos capitalizar para emprender nuevas aventuras. El mundial nos brindó preparación, conocimiento en materia de organización, reconocimiento internacional gracias a los cientos de periodistas internacionales que destacan hoy la capital risaraldense como una ciudad acogedora, divertida y llena de atractivos que hoy van en sus cámaras, micrófonos o libretas de apuntes.

Allí nuestra ciudad ganó, en el mundial y para los próximos años.