AEROPUERTO MATECAÑA
Por Eric Duport Jaramillo Un aeropuerto competitivo le significa a la ciudad una fuente de desarrollo económico y social supremamente importante y el mejor ejemplo de ello es nuestro Aeropuerto Matecaña, que en las puertas de la ciudad ha sido el instrumento más importante de desarrollo desde su construcción. Más allá de sentimentalismos, y una vez ratificada la teoría de los ingenieros a través del plan maestro entregado por la Aerocivil, no existen justificaciones para dilatar la toma de decisiones frente a la financiación de sus primeras etapas. Vemos con muy buenos ojos el préstamo que la misma Promotora le acaba de hacer al Aeropuerto por 12 mil millones de pesos, pero que servirán para realizar obras que las anteriores administraciones dejaron de ejecutar. Es por lo anterior que la propuesta de que la Promotora sea socia del aeródromo nos parece la mejor forma de garantizar que las obras planteadas por el plan maestro se ejecuten de forma inmediata. La discusión sobre el aeropuerto cada vez se enriquece más, y cada vez es más clara la posibilidad de realizar un mejoramiento integral en el Matecaña sin riesgo de un posible traslado. Esto es, si las inversiones se realizan prontamente, antes que nuestros vecinos terminen los suyos y que por decisiones políticas, que pocas veces tenemos la posibilidad de controlar, y por un plumazo, empecemos a perder nuestro liderazgo sobre este tema a nivel regional. Estamos seguros que las decisiones que se tomen en este momento serán decisiones históricas; por un lado, porque dilatar el tema es darle cabida a la posibilidad de ver cerrado el Matecaña en el mediano plazo. Por otro lado, porque conseguir los recursos e iniciar las obras planteadas en los documentos técnicos, permitirá conservar un liderazgo claro en términos de mercado con la posibilidad de cumplir, cada vez más, con las exigencias de seguridad de las agencias internacionales. Los pereiranos, que hace unos pocos años defendíamos nuestro Aeropuerto Matecaña con el corazón, hoy en día lo hacemos con la razón. Estamos por ello trabajando en determinar cuál es el mejor modelo de operación para garantizar una administración con los mejores estándares de eficiencia. Sin embargo, esto no es un punto que deba detener la decisión a la cual me he referido anteriormente, porque aunque las cifras nos digan que el Matecaña no es auto sostenible financieramente, la rentabilidad se verá siempre reflejada en el desarrollo de nuestra ciudad. El Alcalde tiene entonces una gran oportunidad y esperamos que su decisión y la definición sobre el futuro del Matecaña se produzca lo más pronto posible.
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Fecha: 17 de Febrero de 2010 |