Agua bendita
Por Eric Duport Jaramillo (Pereira,11 de febrero,2010)La semana anterior dije en una columna ¡Que sofoco!, refiriéndome al infernal verano por el que estamos pasando. También me referí al sofoco que producen situaciones cotidianas por la falta de cultura ciudadana y el que se desprende de las polarizaciones políticas. El martes 9 el clima cálido hizo una pausa, el cielo azul se tornó gris durante la madrugada, la mañana y la tarde, no vimos los picos nevados, ni las arrugadas montañas, el sol se tomó el día libre y la lluvia hizo la fiesta. Creo que ayer para la mayoría de los ciudadanos y sobre todo de los campesinos de la región, el agua fue una bendición, pues la falta de ese elemento vital para el sector agrícola comenzaba a hacer estragos. En hora buena llegó el agua para refrescarnos y permitirnos hacer un alto en el camino caluroso que estamos soportando desde hace ya un par de meses con unos muy aislados aguaceros. El agua del martes cortó una sequía de más de un mes, el agua del martes nos dio una buena mano en los cultivos y una buena lección sobre uso, conservación y cuidado del preciado líquido. Para la florescencia de los cafetales, que no veíamos hace muchos años, un aguacero como el del martes significa mucho dinero, muy buenas expectativas de una excelente cosecha después de un año 2009 muy malo. Sin embargo, quiero hacer aquí un paréntesis porque esa aparición de la lluvia también hizo estragos en algunas viviendas de barrios populares de nuestra ciudad. Si no protegemos las cuencas, los ríos, el agua y el medio ambiente, si no dejamos de arrojar basuras a las calles, a las alcantarillas y a las fuentes hídricas, seguramente cuando regrese con rigor hará muchos más estragos. Al Final: A los periodistas en su día mi respetuoso saludo y mi reconocimiento por su importante labor. |
Fecha: 11 de Febrero de 2010 |