Por Eric Duport Jaramillo 2009-09-23

No puede uno como colombiano dejar pasar desapercibido el éxito rotundo que tuvo el concierto de nuestro compatriota, Juan Esteban Aristizábal, en la plaza de la revolución en la Habana.

Y hoy no quiero meterme en temas políticos, que fueron los que le dieron un viraje a un espectáculo, que si tenía esa connotación o perseguía fines de ese tipo, creo que fue opacado por el millón y medio de personas que se lo gozaron.

Creo que el nombre del país, llevado por nuestros artistas, está consiguiendo esos reconocimientos positivos con los que queremos que nos relacionen en el mundo entero y no con esos estigmas tradicionales con los que nos miden fuera de las fronteras.

Por segunda ocasión el artista colombiano logró el apoyo de una decena de reconocidos artistas internacionales, que llenaron la famosa plaza y pusieron a cientos de televidentes a disfrutar de un espectáculo que seguramente volveremos a ver muy pronto y con más gente.

Creo que además de la gran capacidad de convocatoria que tiene Juanes, en los países de habla hispana, hay que destacar la imaginación e ingenio de ese equipo de producción detrás del artista que es capaz de montar semejante evento, en un país donde seguramente los montajes eran o son muy modestos.

Ahí, en ese escenario está todo el talento nacional, toda la capacidad de organización de los colombianos, la muestra más clara de que tenemos gente con la capacidad suficiente para soñar y diseñar cosas grandes.

El buen momento de los artistas colombianos no es gratuito, hoy es reconocida nuestra música en distintos rincones del mundo, no sólo a través de Juanes sino de muchos otros, todo ello gracias a que nuestros artistas se han propuesto grandes metas y grandes retos en su trabajo.

Nuestros artistas han puesto sus objetivos más allá de las fronteras que es la mejor manera de obtener buenos dividendos, y de paso darle reconocimiento y nombre a un país como Colombia, que tanto lo necesita.

Ellos son un buen ejemplo de que las cosas hechas con calidad, mística y objetivos claros ofrecen buenos dividendos. Lo hecho por Juanes le marca la pauta la mundo entero en materia musical, y de paso le permite a Colombia sonar en el mundo entero con melodía y ritmo y no con el sonsonete tradicional de la…. co–ca, co-ca.