Columna institucional de la Cámara de Comercio de Pereira    

Publicada el lunes 815de julio de 2019 en El Diario  

Por Oscar Jiménez, director Centro de Estudios e Investigaciones Socioeconómicas CCP

Desde nuestro centro de estudios e investigaciones socioeconómicas monitoreamos permanentemente un amplio conjunto de variables relacionadas con la actividad económica de la región y las condiciones de vida de los habitantes de Pereira y Risaralda. Una de las principales variables a considerar es la población, que además de ser el centro de todo análisis de desarrollo, determina el tamaño de una región y con ella altera todos los indicadores construidos como una tasa o porcentaje de la población local.   

La semana pasada fue noticia la publicación de la tercera entrega de los resultados del censo 2018, en los que se destacan la diferencia entre la proyección vigente de población y el número de habitantes efectivamente censados, que resultó bastante inferior y que, aún con la inclusión de un poco más de cuatro millones de habitantes por efectos de omisiones y falta de cobertura, apenas superó los 48 millones de habitantes, menos de los 50 millones que se habían proyectado.   

En el caso de Risaralda los habitantes efectivamente censados fueron 839.597, 13% por debajo de los 967.767 que se habían proyectado, unos 128.170 habitantes menos, lo que implicará la reducción de algunos recursos de las transferencias de la Nación, así como el incremento de todas las estadísticas construidas con la población en su denominador. Aumentarán nuestras tasas de homicidios, suicidios, accidentes, mortalidades, entre otras, pero también crecerá nuestro PIB per cápita, nuestro recaudo de impuestos por habitante, la inversión pública y privada por ciudadano, entre otros.  

Visto por municipios se encuentran brechas importantes entre las proyecciones y los habitantes efectivamente censados, con el común denominador de tener menor número de habitantes de lo proyectado, en 13 de los 14 municipios del departamento. Los cambios más marcados se registran en Apía y Marsella con diferencias de 8.719 personas (45%) y 8.462 (35%). En Pereira la diferencia fue de 66.966 personas (apenas 409.670 censados frente a 476.636 proyectados), correspondientes al 14% proyectada para el año 2018 con las cifras conocidas antes del censo 2018.  

Aunque se espera que con el proceso de conciliación censal los valores poblacionales aumenten un poco, este ajuste no será de magnitudes iguales en todos los municipios y departamentos del país.   

Las acciones públicas y privadas tendrán que adecuarse a la nueva realidad poblacional del departamento y de la región. Hogares más pequeños, población mayor, menor número de habitantes, menores tasas de crecimiento natural y una situación migratoria bien diferente a la de hace 14 años.   

A pesar de lo anterior, se mantiene una realidad: Hoy Risaralda y el Eje Cafetero resultan mucho más atractivos para vivir e invertir que otras ciudades del país y de la región.