Por: Mauricio Vega Lemus

@MauricioVegaL

Publicado en el periódico El Diario el lunes 30 de octubre

Los hijos de esta tierra nos sentimos orgullosos cuando personas de otras latitudes bien sea en Colombia o a nivel internacional, reconocen el gran impacto en el desarrollo, en el crecimiento de la ciudad y en el bienestar de los habitantes que ha tenido el civismo. Ese valor que nos caracteriza y que inculcaron nuestros mayores. Ese civismo que se ha transformado, ha evolucionado y se ha adaptado a las nuevas exigencias de la modernidad pero que conserva la clara necesidad de unirnos para trabajar por una causa común de manera desinteresada.  

Antes fueron nuestros abuelos, las pasadas generaciones las que establecieron los grandes retos a los que no fueron inferiores y que se convirtieron a lo largo de los años en nuestros í­conos de desarrollo, porque a los pereiranos nada nos queda grande como lo dijo Doña Inés González, una de las matronas ejemplo de pereiranidad.  

Hoy el reto lo están imponiendo los niños, nuestro presente, los constructores del futuro. Ellos asumieron el rol de llamar a la corresponsabilidad social y se convirtieron en los voceros de la campaña de cultura ciudadana que se presentó la semana pasada denominada Pereira la veo bien, impulsada por la Sociedad de Mejoras de Pereira, la Alcaldía de Pereira y la Cámara de Comercio de Pereira pero que empodera a las nuevas generaciones para que le impriman su sello al nuevo civismo.  ¿Por qué los niños? Porque son los que hacen que las acciones de convivencia se vean fáciles y lo mejor, nos obligan a los adultos a mantener el compromiso con ellos. Porque desde la inocencia, la transparencia y la neutralidad de los niños, se fomentan las acciones simples con las que todos podemos y debemos cumplir para lograr mejorar como ciudad incluyente y participativa.  

Escuchar, dialogar, no tirar basura a la calle, mantener debidamente las mascotas, respetar las diferencias, son esas acciones simples. Pereira la veo bien es una invitación a aportar en la construcción de ciudad desde nuestros espacios y actitudes. Son metas realizables originadas en el respeto, la tolerancia y la resiliencia. Es un programa que se convertirá en el estilo de vida de los pereiranos. Es una campaña pensada para trascender y no solo en lo social, también en lo económico, de ahí el llamado a los empresarios de la ciudad para que acojan la campaña y nos ayuden a replicar.  

Ya nos están viendo bien desde otras latitudes, es hora de que nosotros proyectemos la naturaleza cí­vica que nos caracteriza y la transformemos en nuevos í­conos fí­sicos y emocionales que nos ayudarán a crecer como ciudad.