Por: Mauricio Vega Lemus

@MauricioVegaL

Aunque la escasa participación ciudadana no es un misterio en Colombia, es importante sembrar consciencia que somos nosotros mismos los responsables de que las cosas mejoren a nuestro alrededor.

Al revisar la última encuesta de calidad de vida, realizada por el programa Pereira Cómo Vamos, se encuentran varias cifras que generaron gran preocupación.

Por ejemplo, el 75% de los encuestados dijo no "haber realizado ninguna acción para resolver problemas que lo afectaban a él o a su comunidad". Tal vez sea por desconocimiento o falta de tiempo, sin embargo existen mecanismos que permiten solucionar problemas sociales como: organizarse con otras personas y firmar peticiones, solicitar ayuda a las autoridades, asistir a audiencias, a marchas o hasta contactar los medios de comunicación.

Por otro lado, el 51% de los pereiranos encuestados aseguró no "haber hecho acciones para apoyar personas, ideas o hechos". Creo que nos falta solidaridad y podría decir que esa percepción se sustenta, por poner un ejemplo, en los resultados de la encuesta que dice que solo el 9% ha donado sangre este año, seguido por otras acciones en las que hubo muy poca participación.

Sin embargo, lo más preocupante es que cuando preguntaron a los encuestados qué los motivaba a realizar acciones sociales o por la comunidad, el 55% respondió "No participa o No le interesa". Es perturbador pensar que a más de la mitad de la población pereirana simplemente no le interesa ayudar a los demás, lo cual, por supuesto, me lleva a una pregunta obligada: ¿qué está pasando con ese espíritu colaborativo y cívico que nos ha caracterizado?

Antaño, nuestros abuelos se unieron para lograr las grandes obras de ciudad. A través de su esfuerzo Pereira poco a poco logró su independencia y la sociedad, trabajando unida, la hizo grande. Una de las mejores cosas que logramos con la campaña El Primer Ladrillo, con la cual estamos recaudando fondos para la construcción del Centro de Convenciones de Expofuturo, el más grande de la región, fue precisamente recuperar un poco de la memoria de la ciudad, recordándole a los ciudadanos las acciones que la construyeron.

Hoy, con las buenas proyecciones económicas en nuestro país, con el incremento del empleo, con el aumento de la competitividad, debemos, como ciudadanos, velar por el bienestar común. Juntos podemos sacar iniciativas adelante, mejorar nuestras condiciones sociales, apoyar a las comunidades vulnerables, en fin, cambiar vidas. 

Por esto, les propongo que nos hagamos una promesa de fin de año y donemos algo, tiempo, dinero, incluso sangre, y de alguna manera apoyemos a la comunidad. Aprovechemos las fiestas para conocer a nuestros vecinos, para discutir sobre nuestras problemáticas y proponer soluciones que nos lleven a organizarnos y trabajar juntos para sacar adelante esas ideas que sabemos que lograrán una mejor calidad de vida para todos.